La presente presenta investigación analiza la estructuración de los hogares de inmigrantes cubanos que llegaron a Estados Unidos entre 2014 y 2017, utilizando un enfoque teórico basado en el ciclo vital familiar-individual. El estudio examina cómo la migración influye en la configuración y dinámicas familiares de los hogares cubanos en el nuevo entorno. La metodología empleada incorpora el análisis cuantitativo y cualitativo, combinando información obtenida de la American Community Survey y entrevistas en profundidad. Los principales hallazgos revelan que el 70.3% de estos hogares mantiene una estructura familiar nuclear, mientras que el 29.7% presenta composiciones más complejas, lo que sugiere une reorganización de las estructuras familiares con ajustes específicos influenciados por las redes transnacionales y las estrategias de reunificación familiar. Además, el 60.2% de estos hogares se encuentra en la etapa de expansión dentro del ciclo vital familiar, lo que refleja un enfoque en el crecimiento y la cohesión a pesar de los desafíos migratorios. Estas familias enfrentan retos significativos debido a la separación física inherente a la distancia espacio-temporal, pero demuestran una notable resiliencia y capacidad de adaptación ante las nuevas circunstancias. Las conclusiones subrayan que, a pesar de las políticas migratorias cambiantes y las dificultades económicas, estas familias logran mantener y fortalecer su cohesión y vínculos afectivos, destacando la importancia de las redes de apoyo en el proceso migratorio. El estudio también enfatiza la necesidad de políticas públicas que respalden a estas familias en su adaptación y reunificación.
The current study focuses on the structure of the Cuban households that arrived in the United States between 2014 and 2017. Using a theoretical framework based on the familial-individual life cycle, the research investigates how migration influences Cuban households' configurations and familial dynamics in their new environment. The methodological approach combines quantitative and qualitative analyses, drawing on data from the American Community Survey and in-depth interviews. The main findings reveal that 70. 3% of these households maintain a nuclear family structure. In comparison, 29.7% exhibit more complex arrangements, showing that Cubans tend to reorganize their family structures, making specific adjustments influenced by transnational networks and strategies for family reunification. Additionally, 60.2% of these households are in the expansion stage of the family life cycle, reflecting a focus on family growth and cohesion despite the challenges of migration. These families encounter significant challenges from the spatial and temporal distance but demonstrate remarkable resilience and adaptability in the face of new circumstances. The conclusions highlight that despite changing immigration policies and economic difficulties, these families maintain and strengthen their cohesion and emotional bonds, underscoring the importance of supportive networks throughout migration. Furthermore, the study emphasizes the necessity of public policies that support families during their adaptation and reunification processes, offering more profound insights into the transformations occurring within family structures due to migration.