El crecimiento de la población de 60 años y más es un fenómeno demográfico que trae consigo creciente retos económicos, sociales, y de atención a la salud. Lo anterior, sugiere un aumento en la incidencia y prevalencia de patologías físicas y mentales. La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en esta población, y las mujeres es el segmento de la población más afectada. Esta investigación usó tres modelos conceptuales, para explorar diversas rutas analíticas en el estudio de la depresión. El modelo cognitivo, el modelo de las enfermedades crónicas y discapacitante y el enfoque de género permitieron analizar la asociación entre el reporte de dolor, el locus de control y la presencia de síntomas depresivos en población femenina mexicana. Se analizaron los datos de la población femenina de 60 años y más (n=5026) de la Encuesta Nacional de Salud y Envejecimiento de México (ENASEM) 2018. La asociación entre los síntomas depresivos, el reporte de dolor y locus de control fue estimada utilizando estadísticas descriptivas y regresiones logísticas múltiples. La prevalencia de depresión fue de 37.3% (IC95% 34.7- 40.0). En este estudio, encontramos que después de controlar por otras variables en el modelo, hubo una relación estadística entre el reporte de dolor y la presencia de sintomatología depresiva (RMA=2.83 IC 95%: 2.46- 3.25). Esto sugiere que el estrés generado por la presencia de dolor active estilos cognitivos negativos constituyéndose en factor de riesgo para la depresión en la población analizada. En el modelo ajustado, la edad no mostró asociación con síntomas depresivos, lo que podría estar relacionado con el hecho de que el deterioro neurológico asociado a las enfermedades cardiovasculares se presenta en las mujeres mexicanas de manera gradual a edades más tempranas. El análisis ajustado mostró una relación inversa entre locus de control interno y depresión (RMA= 0.84 IC 95%: 0.78- 0.90), lo que sugiere que, tener un locus de control interno puede influir positivamente en la vida del adulto mayor, ya que le ayuda a gestionar sus problemas, mejorando su salud mental. Después de controlar por otras variables, se encontró que cuidar de un adulto enfermo o incapacitado incrementa la probabilidad de reportar síntomas depresivos (RMA=1.43 IC 95%: 1.21- 1.70). Los hallazgos de este estudio sugieren el uso de enfoque multidisciplinarios para el estudio de la depresión ya que hay factores psicológicos, biomédicos y sociales que están independientemente asociados con la presencia de síntomas depresivos.
The growth of the population aged 60 years and older is a demographic phenomenon that brings with it increasing economic, social, and health care challenges. This leads to an increase in the incidence and prevalence of physical and mental pathologies. Depression is one of the most common mental disorders in this population, and women are the most affected segment of the population. This research used three conceptual models to explore different analytical routes in the study of depression: The cognitive model, the chronic and disabling disease model, and the gender approach. These models allowed us to analyze the association between pain reporting, locus of control, and the presence of depressive symptoms in the Mexican female population aged 60 years and older. Data from the female population aged 60 years and older (n=5026) from the 2018 National Health and Aging Survey of Mexico (ENASEM) were analyzed. The association between depressive symptoms, pain reporting, and locus of control was estimated using logistic regressions and odds ratios. The prevalence of depression was 37.3% (95% CI 34.7-40.0). In this study, we found that after controlling for other variables in the model, there was a statistical relationship between the report of pain and the presence of depressive symptoms (RMA=2.83 95%CI: 2.46-3.25). It is possible that the stress generated by the presence of pain activates negative cognitive styles, constituting a risk factor for depression. In the adjusted model, age did not show an association with depressive symptoms. This could be related to the fact that neurological deterioration associated with cardiovascular diseases occurs gradually at earlier ages. The adjusted analysis indicates an inverse relationship between internal locus of control and depression (RMA=0.84 95% CI: 0.78-0.90). This finding suggests that having an internal locus of control can positively influence the life of the elderly, as it helps them manage their problems, improving their mental health. Adjusted analysis indicates that caring for a sick or disabled adult increases the likelihood of reporting depressive symptoms (RMA=1.43 95% CI: 1.21-1.70). The above findings suggest the use of multidisciplinary approaches to the study of depression since there are psychological, biomedical and social factors that are independently associated with the presence of depressive symptoms.