Ante los crecientes problemas medioambientales, la educación ambiental (EA) surge como estrategia encaminada a motivar a la población hacia un esquema de sustentabilidad. Los programas de educación ambiental son una manera de llevar a la práctica lo que la teoría de la EA propone (Novo. 2003). En ese sentido, el presente trabajo aborda los programas de educación ambiental no formal a través de un estudio de caso, del programa de Ecoparque, localizado en la ciudad de Tijuana. El marco conceptual lo definen los conceptos de educación ambiental y de sustentabilidad urbana. El estudio describe la población de cuatro colonias participantes del programa. Para ello, aplica un ejercicio de observación, entrevistas a directores y profesores de las cuatro escuelas, grupos focales con integrantes de la sociedad de padres y madres de familia de cada escuela, y dibujos realizados por parte de niños. El estudio concluye que los programas de EA requieren considerar tres aspectos en su diseño y operación: 1) que sus objetivos sean claros y estén ampliamente relacionados con las actividades que los programas desarrollan; 2) que los programas reconozcan su enfoque, sea éste de divulgación o de concientización; y 3) que la labor de concientización es posible reconociendo el contexto de la población participante en el programa, su entorno y su nivel de conciencia ambiental. El estudio aporta elementos para hacer esta evaluación y reconoce que los dos enfoques de programas, divulgación y concientización, pueden tener virtudes y deficiencias.
Increasing environmental problems have given rise to environmental education (EE) as a strategy to motivate the public towards sustainable practices. Environmental education programs are a means for applying environmental education theory (Novo, 2003). In that sense, this study examines non-formal environmental education programs through a case study of the Ecoparque program located in Tijuana. The conceptual framework is defined by concepts of environmental education as well as urban sustainability. The study describes the population of four colonias participants of the program. It applies participant observation, interviews with teachers and directors of all four schools, focal groups with PTA members, and drawings from children interviewed. The study concludes that EE programs must consider three aspects in their design and operation: 1) clarity of objectives, closely linked with actions; 2) review of program focus, whether information or awareness is the goal; 3) building awareness can best be accomplished by greater knowledge of participants, their environment and their level of environmental awareness. The study provides elements to conduct similar evaluations and recognizes that both approaches, information andawareness building programs, have virtues and shortcomings.